domingo, 7 de marzo de 2010

Simplemente, diferentes!!!

Complaciendo la petición de mi entrañable amiga Eli, que me ha sugerido en esta semana textualmente lo siguiente: …se me ocurrió pedirte que escribas algo relacionado con las mujeres... sus contradicciones, su forma de pensar y actuar, sus complejos y su complejidad... en fin.

Como se que ella es una fiel seguidora de lo que escribo en mi blog, he decido meterme en camisa de once varas y esbozar un poco el tema que ella me pide, ya que para un hombre, hablar de las mujeres en los términos de sus contradicciones, complejos y complejidades, su forma de pensar y actuar, es tan peligroso como darse un baño en un lago con pirañas.

He titulado esta entrada como simplemente diferente, porque a pesar de la proclamación igualdad entre hombres y mujeres, de los movimientos feministas o la filosofía de los “progress sociales” considero que se debe matizar cuando se habla de igualdad entre sexos.

Cuidado!!! Que ya a la altura de este párrafo, seguro que las lectoras me estarán etiquetando de sexista o machista. La etiqueta de machista algunas chicas ya me la han querido tatuar como las barras que forman parte de un código, que es el etiquetado común y fácil de las mujeres cuando opinas algo que no sea favorables para ellas.

Pero no, no voy hablar de la parejita típicos/tópicos, me voy a referir a esa diferencia emocional, que hace que los hombres seamos diferentes a las mujeres. El origen de esas diferencias, desde mi punto de vista, tiene que ver parcialmente a razones biológicas, pero más subrayadas en las cuestiones emocionales, que tienen que ver con los distintos mundos emocionales en los que crecen las niñas y los niños.

Según la opinión de la investigadora de Harvad Carol Gilligan, que recoge Daniel Goleman en su libro Inteligencia Emocional dice: “el marcado contraste entre los juegos de las niñas y de los niños, constituye un ejemplo de una de las diferencias entres ambos sexos: los muchachos se siente orgullosos de su solitaria y tenaz independencia y autonomía, y las chicas, por su parte, se sienten integrantes de una red interrelacionada. Es por ello que los chicos se sienten amenazados cuando algo parece poner en peligro su independencia, algo que, en el caso de las chicas, ocurre cuando se rompe una de sus relaciones”.

Cuando me hacía Eli la petición de que hablara de este tema, me argumentó que sería interesante que yo dieran mi opinión sobre este asunto, ya que en mi niñez y mi adolescencia, me tocó estar en el seno familiar rodeado de 7 mujeres; de ahí que por ser el único chico entre todas mis hermanas, mi padre y mis tíos, desde que tenía uso de razón, se encargaron de acentuar las diferencia entre los niños y las niñas, tanto es así, que me dieron una educación tipo militar, me aplicaban rangos, y hasta llegué a ser de niño “el cabo tito” y mi prohibían jugar con las hembras o entrar a sus habitaciones.

No obstante, por compartir en el núcleo familiar con tantas hermanas, me ha llevado con el tiempo a detectar esas contradicciones, complejos y complejidades y comprender su forma pensar y actuar a las que se refiera Eli. Que confieso que es una de la razones por las que le tengo miedo a ese estereotipo social del mundo occidental, el de atarme en matrimonio a una mujer.

En ese tenor, las diferencias entre un hombre y una mujer, desde el punto de vista emocional, es lo que hace que las mujeres muchas veces sepan lo que tú estás pensando, cuando ni siquiera has empezado a pensarlo, porque las mujeres suelen ser más sensibles para captar las emociones de los hombres.

Es por esto que las mujeres suelen verse obligadas a exagerar para aparentar una desolación absoluta para que un hombre pueda llegar a darse cuenta de cuáles son su verdaderos sentimientos, y aun así, tenemos que darnos el tiempo suficiente para plantearnos cuál puede ser la causa de su malestar, o si no, pensemos en la “típica” escena de un chico que le dice a su chica al final del día: «y a ti qué te pasa, que te veo un poco rara» y la chica le responde entre sollozos y con ironía: «¡gracias por recordarte que hoy era mi cumpleaños!»

Concluyo este esbozo reconociendo que existe una brecha emocional que hace que los hombres seamos diferentes a las mujeres, desde el punto de vista emocional. Que los hombres debemos reconocer que las mujeres siempre nos llevarán esa ventaja, y que para poder sostener esa vital convivencia que hace que un hombre no puede vivir sin laS mujeres, es llegar a un acuerdo, sobre cómo estar desacuerdo de que somos iguales y así por lo menos nos quita un poco de barras de las etiquetas con que nos codifican como machista, cuando opinamos de lo complejo que es para los hombres, entender a las mujeres!!!

Desde los orígenes, por el aburrimiento y gracias a las ventajas emocionales que nos llevan las mujeres, hemos encontrado otras formas más entretenidas de vivir la vida que no sea la de estar en en el jardincíto ese, entre leopardos, elefantes jirafas, panteras, etcétera. Porque piensa lo aburrido que sería todo sin las mujeres, sin el vino, el roncito o las cervezas, sin televisión, o los eventos deportivos, sin el iPhone, sin cines, o Internet!!!


Gracias Eva por darme la manzana. I Eva


ESLQ: En Sus Lenguas Quedo

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