domingo, 21 de febrero de 2010

Soñar Despierto

Esta tarde, cazando el sueño para hacer la siesta, me quedé viendo en la televisión un documental que finalmente me espantó la presa. Explicaban en el documental cómo se entrenaba a los corredores de Formula 1™ a través de un método tipo hipnótico. Era un entrenamiento psicofísico aplicado al automovilismo que lo denominaban Imaginación o Imagery, una técnica que prepara y configura una serie de procesos en la mente para responder tal y como fue programada. Esta técnica implica el uso de todos los sentidos a través de la mente para aumentar las posibilidades del entrenamiento físico.

Explicaban cómo éste método contenía las claves para que el piloto comprendiera el entrenamiento en visualizando que estaba en la pista recorriendo el circuito. Usando todos los sentidos: vista, oído, gusto, olfato, tacto, y el sentido, refiriéndose al hecho de “ver con los ojos de la mente” Comenzaba con el control de los movimientos automáticos y voluntarios y avanzaba hacia el empleo del cuerpo de manera altamente diferenciada y competente. El piloto tenía las percepciones de sentir sensaciones, y que luego la transformaría en impresiones, útiles a la hora de evocar sensaciones cuando esté recorriendo el circuito realmente.

Utilizaba su vista, que es la musculatura más rápida del cuerpo humano, para ver a sus adversarios, y focalizaba su atención en la pista antes de la salida. El oído le permitía escuchar el correcto funcionamiento del motor, y los sentidos del tacto y cinestésico, que lo definía como la capacidad de unir el cuerpo y la mente para lograr el perfeccionamiento del desempeño físico, para mover los diferentes comandos del vehículo adecuadamente, efectuar los cambios de marchas y pisar los pedales de manera eficaz y ajustada a las necesidades del circuito. Decía que podía sentir el olor a gasolina, y sentía el sabor a sal de su propio sudor.

Esto me hizo recordar, que cuando entrenaba en el gimnasio, muchas veces, para poder concentrarme con los ejercicios tenía que cerrar los ojos para visualizar en mi cabeza el músculo que estaba trabajando y así, con los ojos cerrados, hacia los ejercicios de una forma más optima que con los ojos abiertos. También me hizo recordar que en algunas ocasiones, cuando era un niño, jugaba haciendo escenificaciones de batallas creyéndome el superhéroe de moda, y siempre lo hacia con los ojos cerrados para sentir más realismo en mis aventuras.

No me puedo hacer eco de las técnicas para el entrenamiento psicofísico, pero lo que si tengo comprobado, que cuando visualizo en mi cerebro “con los ojos de la mente” cómo quiero hacer las cosas, obtengo mejores resultado. Si, si...hasta en el propio acto sexual, que es un acto físico controlado por el cerebro, me resulta más placentero y soy más expendido con la pareja, con los ojos cerrados que con los ojos abiertos, porque visualizo en mi cerebro y aplico de forma simultánea cada gesto, y cada movimiento que practico en el acto.

Digo más, y esto algunas personas le puede parecer gracioso, pero cuando se me extravía algo, viéndome desesperado al buscar en todos los sitios posibles y no lo encuentro; cuando me voy a la cama y cierro los ojos, me condiciono mentalmente para soñar con todo lo que hice en el día que he extraviado lo que busco, y muchas veces, al despertarme, de forma inconsciente voy directamente al sitio donde está lo que había extraviado.

Es que hay muchas teorías por ahí que dicen que nadie ha logrado algo grande en la vida, sin que antes lo haya soñado. Y existen numerosas técnicas para seleccionar y soñar con una meta personal o profesional que fervientemente desees alcanzar. El Bestseller El Secreto (The Secret) de Rhonda Byrne, se basa precisamente en esto, de cómo a través del acondicionamiento de la mente se puede tener, ser o hacer todo lo que quieras.

Recuerdo a una hermana de mi padre que es aficionada a la lotería, ella no se bastaba con interpretar sus propios sueños para relacionarlos con los numero que elegía para apostar en las quinielas, si no que preguntaba a todo el que podía lo que había soñado la noche anterior para interpretar ese sueño y así tener más opciones de números para apostar. Tenía toda una nomenclatura para interpretar los sueños. Si te soñaba con desgracias, te decía automáticamente que eso daba 37, y era el numero que luego jugaría ese día. Si salía agraciada o no, esto no lo se, porque para nada creo en estas cosas, lo que si, que ella se lo tomaba con un convencimiento, como si los números se lo dictara el administrador de la lotería.

Sobre los sueños inconscientes siempre ha existido un halo de misterios y de teorías rebatibles, así que por ese terreno no quiero entrar, pero lo de soñar despierto, o lo de visualizar con los ojos cerrado en nuestro cerebro, y buscar como si de un cajón donde tenemos cosas guardadas se tratara, estarán de acuerdo que eso funciona, si no que alguien me diga que nunca ha cerrado los ojos y has fruncido el seño para recordarse de un numero de teléfono, de una formula en un examen, una dirección, o del nombre de una persona.

Desde ahora me tomaré más en serio lo del entrenamiento psicofísico y lo de aprovechar el poder creativo del sueño para traducir imágenes en ideas y proyectos. Por eso los grandes creadores le dieron importancia: «La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido». Borges. «Cualquiera que despierto se comportase como en los sueños sería tomado por loco».Freud. «Si lo puedes soñar lo puedes hacer». Disney.

domingo, 14 de febrero de 2010

Imaginación, la base de la creatividad


En mi experiencia como profesor de comunicación visual enseñado los programas que se utilizan en el entorno del diseño gráfico, me encuentro cada vez más con personas ajenas a las áreas que tienen que ver con estos programas: publicidad, marketing, diseño editorial, imprenta, etc.

Cuando hago la primera toma de contacto para saber cuales son sus expectativas y los objetivos que se han planteados para el curso, algunos me comentan que quieren aprender a diseñar con esos programas por ejemplo por: exigencia laboral, porque ven una posibilidad de ascender profesionalmente a otros puestos, porque quieren actualizarse con las nuevas versiones de los programas, porque están involucrados con algunas de las áreas que tienen que ver con la comunicación visual, o simplemente por conocimiento general.

Lo primero que les advierto que si buscan que yo les enseñe a tener imaginación, que se han equivocado de curso, que no tienen que pagar para eso, porque eso ya viene de serie en los seres humanos; que yo simplemente soy un facilitador de las herramientas que les proporcionan los programas para que ellos puedan canalizar su imaginación.

Sin imaginación no se puede hacer nada. Por más inteligentes que nos creamos, o por más conocimientos especializados que tengamos, necesitaremos de la imaginación para poder hacer uso de esas facultades.

Es en la imaginación donde se generan las imágenes a partir de la experiencia; es también donde se proyectan los deseos y las ideas más allá de la realidad.

Por eso, cuando un estudiante me pide como si de una píldora se tratara, algún método, libro, programa, o recurso para aprender a diseñar, o para que sus diseños les salgan estéticamente atractivos; que transmitan claramente su intención de persuadir o comunicar, les argumento que eso que buscan como píldora tiene un nombre, creatividad y que la composición de esa píldora es la experiencia de cada quién, de forma individual o colectiva.

Considero que en general todos los seres humanos debemos fomentar hasta hacer explotar nuestra creatividad, porque gracias a ella no distinguimos como individuos cuando nos corregimos o mejoramos como persona a través de la experiencia.

Para que se active la creatividad es imprescindible alimentar al cerebro con amplia y abúndate información, porque ya somos creativos por naturaleza. Es esta característica la que por ejemplo nos lleva a que hagamos una comida con lo poco que tengamos en la nevera en un momento determinado. Lo que yo llamo “cocina de autor”. Porque he sido el autor de muchos males estomacales por no imaginar que los lácteos se cortan con los ácidos, o por ser el autor del deleite culinario después de descubrir que los ácidos potencian el sabor de algunos alimentos.

También es creatividad resolver una discusión sabiendo callar a tiempo, buscar una solución ingeniosa para una puerta que no cierra bien, o para poder quedar bien con dos personas cuando por descuido hicimos una cita a la misma hora con ambas…

En el caso del diseño artístico la creatividad es distinta, porque muchas veces tenemos que ser creativos imaginando más allá de las fronteras de realidad, y conseguir que esa imaginación esté integrada en la sociedad.

Por ejemplo, cuando se caricaturiza a las bacterias como monstruitos que nos destruyen las encías para publicitar una pasta dental. En este caso utilizan la imaginación de forma irreal para influir sobre los demás incitándonos al consumo de una determinada marca, y los demás valoramos inconscientemente esa publicidad como creativa al creernos que las bacterias son monstruos reales que pululan en nuestras bocas y por eso decidimos comprar esa marca.

Es esa capacidad de persuadir la que distingue a un diseñador como creativo. En el caso del diseño publicitario, se debe aplicar esa creatividad para incitar al consumo, vendiendo por ejemplo: seguridad, elegancia, salud, confort, hasta el punto que se usa la publicad para vender un estado emocional transitorio como es la felicidad. De ahí que si la persona que diseña no sabe persuadir con sus trabajos, no puede considerarse como creativo.

La experiencia es la base de la creatividad, pero no todo el mundo sabe utilizar bien sus experiencias. Por eso me atrevo a decir, que lo que distingue a un individuo como creativo es precisamente aquel que intenta corregir y mejorar en algún sentido.

Me alegro al ver que muchas de las personas que han pasado por mis clases, que profesionalmente no estaban conectadas al entorno del diseño gráfico, diseño editorial, imprenta, marketing o publicidad, cuando buscan que yo les enseñe a manejar los programas líderes en esos sectores, ya están dando el primer paso para tener excito en esa profesión, porque ya están siendo creativos tomando la iniciativa de explotar y canalizar su imaginación con la comunicación visual.

Es ahora en estos tiempos de crisis donde se tiene que ser más creativo que nunca, cuando toma vigencia el refrán popular que dice «hacer de tripas corazón».

Quiero compartir una fábula que me ha dejado fascinado cuando la he leído al ver hasta donde puede llegar la imaginación.

Imaginación e Ingenio

Un cazador viaja al África y se lleva su perrito Foxterrier para no sentirse solo. Un día el perrito, persiguiendo mariposas, se aleja y se extravía, comenzando a vagar por la selva.

De repente, el perrito ve venir corriendo una pantera enorme. Seguro de que la pantera lo quiere devorar, piensa rápidamente qué puede hacer. Ve un montón de huesos de un animal muerto y se pone a mordisquearlos. Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:

-¡Uauuh ... ! ¡Qué rica estaba esta pantera que me acabo de comer!

La pantera oye lo que dice, frena en seco, gira y huye despavorida pensando: «¡Este raro animal es capaz de comerme a mí también!».

Un mono, que andaba trepando en un árbol cercano y que había visto y oído toda la escena, sale corriendo tras la pantera para contarle cómo había sido engañada por el perrito. Pero el perrito, que tiene una fina audición, oye al mono chivato contarle todo a la pantera, y la pantera que ésta muy enojada, le dice al mono:


-¡Súbete a mi espalda y busquemos a ese perrito maldito, a ver quién se come a quién!

Ambos salen a la búsqueda del Foxterrier. El perrito ve regresar a la pantera, ahora con el mono chivato encima. «¿Y ahora, qué hago?» -se pregunta. En vez de salir corriendo, acto que posiblemente habría sido su perdición, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto.

Cuando la pantera está a punto de atacarle, el perrito dice:

-¡Pero qué mono más sinvergüenza! ¡Hace media hora que lo mandé a traerme otra pantera y todavía no ha aparecido!

Como decía Albert Einstein, en los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.

sábado, 6 de febrero de 2010

Ven y Critícame...

Recuerdo que en mi único viaje de vuelta a mi adorada Rep. Dominicana después de tener 6 años fuera del país, en un encuentro con uno de mis amigos, David Victoria, me sorprendió con una de esas preguntas que no te esperas y que no tienes tiempo para armar una respuesta y responder sin titubear. David me preguntó: «“oye, dime algo, por qué te gusta vivir en España”».

En ese momento me “desubiqué” totalmente con la pregunta y mucho más con la respuesta, porque no sabía que argumento contundente podía darle para justificar por qué vivo fuera de mi país renunciando a tantas cosas que es fácil de imaginar cuales son. No recuerdo exactamente la respuesta que le he dado, pero si, que salí del paso.

Por el eco que me ha dejado la pregunta de David, me la he vuelto a formular en otras ocasiones, pero en esas ocasiones si he encontrando auto-respuestas. Y es que gracias al hecho de vivir fuera del país donde nací, he descubierto que mi forma de ser no está determinada exclusivamente por una condición genética.

Ahora si le puedo responder a David el por qué me gusta vivir (en este caso) en España, porque aquí vivo tal como dice la expresión que hizo famosa el filosofo Ortega y Gastett «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». (Meditaciones del Quijote, 1914).

Gracias a esta circunstancia fortuita de vivir fuera de la sociedad donde nací y me forjé, me he tenido que formular preguntas como: «¿Por qué soy así? ¿Por qué hago esto? ¿Por qué ahora pienso tan diferente a mis hermanas, otros familiares y amigos? ¿Por qué mi forma de ser se parece tanto a las de otros latinoamericanos? ¿Por qué muchas de mis actuaciones me recuerdan a mi padre?. Etcétera, etcétera.

Algunas respuestas a estas preguntas, sobre todo las que tienen que ver con mi carácter individual, las encuentro con la justificación de la genética. Que soy así porque genéticamente lo heredé de mis progenitores, que si bien es cierto que esto es vedad, también no es menos cierto que el entorno cultural donde viva, influye en mi carácter.

De todo esto saco mi conclusión, que en mi carácter no influye exclusivamente la parte genética, que también influye enormemente el entorno. Este ha afectado la biología mi cerebro, ocasionando que en el mismo se establezcan las ordenes para que hoy yo me conduzca y piense de unas determinadas formas.

Por eso, tengo clarísimo que las condiciones externas, ambientales y sociales influye en nuestro organismo y en nuestro comportamiento. Me remito a hechos como ¿Por qué no podemos dormir si estamos nerviosos? ¿Por qué bajan nuestras defensas si estamos deprimidos? ¿Por qué sudamos o temblamos si hay algo que nos asusta? ¿Por qué nos duele la cabeza cuando tenemos una discusión acalorada? ¿Por qué una película o alguna historia que nos cuenten nos hace llorar?

Esto tiene una respuesta, que nuestro cerebro cuando actúa puede cambiar para bien o para mal, el comportamiento biológico de nuestro organismo o viceversa, que nuestros comportamientos pueden cambiar las respuestas biológicas de nuestro cuerpo.

Quién no ha escuchado la típica frase “cuando las mujeres tienen la menstruación se ponen como el diablo”, o “me he reído tanto en esa fiesta, que se me salieron los meaos”.

Me queda claro que no sólo nuestro cerebro influye en nuestros comportamientos, que también influye el entorno, el lugar donde vivimos o dónde nos desarrollamos personalmente y profesionalmente.

De ahí que la imagen que tengo ahora de mi propia persona, es que las posturas que adopto frente a determinadas situaciones se deben en gran parte a mi genética heredad y a la cultura en la que crecí, pero también al entorno en el que estoy viviendo, porque como he dicho, el entorno en el que me encuentro afecta mi organismo y hace que mi cerebro tome determinadas respuestas que igual no hubiesen sido las mismas si hubiese estado viviendo en República Dominicana.

Después de 4 años, si David me hace la misma pregunta, le respondería súbitamente y sin vacilar, que me gusta vivir en España porque gracias a que estoy en un nuevo entorno, mi sistema biológico ha alterado mi mente para que en muchos aspectos tenga criterios y respuestas diferentes a las que antes tenía, y lo más importante, que he aprendido a ver la vida, y sobre todo vivirla, con otros puntos de vista.


Quiero dejarles una canción de Calle 13, que me gusta mucho porque retrata como parodia eso que digo que la genética no es exclusivamente lo que nos hace ser de determinadas formas, y que responde a eso que no solamente soy así porque si!! Así que ahora, antes de criticarme, intenta informarte porque soy así.