domingo, 20 de diciembre de 2009

Cadena de probabilidades

Una de las cosas bonitas de saber vivir la vida es no permitir que las cadenas de las probabilidades me aten. Estaba reflexionado sobre este tema mientras esperaba a unos amigos en una plaza para irnos a tomar el aperitivo.

Muchas veces me vienen flash a la cabeza que me hacen pensar y que me asalte la típica pregunta: -¿quién me lo iba a decir que yo iba a vivir en otro país, que me integraría completamente en otra cultura y que estaría compartiendo con amigos que jamás me podía imaginar que les conocería?-

Es ahí cuando me reconforto por saber lo interesante que es vivir la vida sin atarse a las probabilidades, porque aun yo crea que tengo las condiciones suficientemente estable, es muy difícil medir los resultados que voy a conseguir en determinadas situaciones.

Entiendo que este es un tema complejo porque se puede asociar con el de crearse metas y objetivos en la vida, pero aun en ese terreno, cuando nos planteamos algunos objetivos siguiendo datos estadísticos, y digo más, hasta en ciencias exactas como la física, o la matemática, siempre existirán las probabilidades, diversas casualidades que se deben tomar en cuenta para poder sacar conclusiones sobre sucesos potenciales.

A quién no le ha pasado que después de calcularlo todo, tenerlo todo milimétricamente organizado, actuar con la seguridad que nos va a salir algo tal cual lo hemos planificado, al final aparece ese elemento casual que trastorna todo lo que tan meticulosamente habíamos organizado.

Como hay muchas situaciones en la vida en las que de ninguna forma podría determinar los resultados antes que se produzcan, por eso es que con el tiempo he aprendido a vivir ciertas situaciones sin pensar en las probabilidades ya que es la única forma la que puedo disfrutar de esas situaciones a plenitud.

Comparto esta historia que demuestra lo que condiciona las relaciones sociales cuando nos dejamos llevar de las probabilidades:

Por si acaso

Un anciano está haciendo cola para subir al autobús y un joven que está detrás de él le pregunta:

-Perdone, ¿tiene fuego?

-¡No!- le contesta algo enfadado el anciano.

El joven piensa: «No me muerdas», y pide fuego a otra persona.

Unos minutos más tarde, el mismo anciano ¡enciende un cigarrillo! Así que el joven le dice:

-Oiga, ¿por qué me ha dicho que no tenía fuego cuando está claro que sí?

-Verá usted –responde el anciano-, Si le hubiera dado fuego, es probable que usted y yo nos hubiéramos puesto a hablar. Y si nos hubiéramos puesto a hablar, es probable que hubiéramos acabado sentándonos juntos en el autobús. Y si nos hubiéramos sentado juntos en el autobús, es probable que hubiéramos acabado conversando. Usted parece un tipo agradable y es probable que hubiera empezado a caerme bien. Y entonces, podría haberle invitado a bajarse en mi parada para venir a mi casa a cenar. Y si usted hubiera venido a cenar, es probable que hubiera conocido a mi hija. Y si hubiera conocido a mi hija, es probable que hubiera salido con ella. Y si hubiera salido con ella, quién sabe, una cosa lleva a la otra, y es posible que todo hubiera acabado en boda…y ¡Yo no quiero que ella se case con alguien que ni siquiera puede comprarse un encendedor!

Hanock McCarty

domingo, 13 de diciembre de 2009

Estoy de estreno

No había manera de que yo retomara el ritmo que llevaba con mi blog desde que lo cree el pasado mes de agosto, cuando escribía una media de una vez por semana, así que la mejor ocasión para reanudarme en esas dinámica es ahora cuando estreno mi nuevo espacio Web. Un sitio más completo que el blog en cuanto a contenido, que era algo que tenía previsto hacer desde los primeras días que me inicié en esto de escribir en un blog.

Cuando lo creé, se me ocurrió el nombre DESDE UN LUGAR DEL PLANETA porque sabía que lo que publicaría podía ser leído desde cualquier lugar del planeta donde llegue Internet. Esto ha sido en parte lo que me ha motivado para seguir escribiendo, lo de tener la sensación que cuando publico algo lo que estoy haciendo en sentido figurado, es subir con mi blog al punto más alto del planeta para gritar a los cuatro viento lo que pienso porque así lo siento.

Algunas de las cosas que escribo rallan muy en lo personal, por eso también he interpretado a mi blog, y sin animo de parecer prosaico, como mi “cloaca emocional” que hablando llano y claro, es un sitio en el que pretendo contar toda la “mierda” que sienta, como cuando vas donde un terapeuta, que te tumbas en un diván y te pones en “Play” y empiezas a contar todas tus historias, que luego sales del consultorio y te quedas con esa sensación de: puffff! Que alivio.... Pues es un poco lo que hago en algunos casos cuando escribo sobre temas tan personales, que me ahorro lo de ir a un terapeuta a contarle mis historias.

Y es que hoy en día es muy difícil evadirnos de esa vorágine social que muchas veces nos trastorna emocionalmente, sobre todo los que vivimos en ciudades grandes, donde muchas veces te tienes que mover al compás que te marca la batuta estresante que te dirige para que sigas ciertas tendencias sociales.

De ahí que si noto que tengo esa falta de concentración, de memoria, de agilidad mental, de no sentir como "auténticas" ciertas situaciones en las que me emocionaba con facilidad, retraimiento social, inseguridad, dificultad para tomar decisiones, es cuando digo, uy!! hay que descargar un poco de información del disco duro para liberar espacio.

No hay que negar que sigue siendo un tema tabú hablar que te puede hacer falta en algunos casos hacer psicoterapeuta para eso que digo de liberar espacio, por eso de que inmediatamente te asalta la interrogante ¿qué pensarían de mí si supieran que voy al psicólogo? Pensarán que "he perdido la cabeza", porque me "he rendido ante mis problemas, que soy un débil y soy digno de compasión". Cosa que no sucede por ejemplo si digo que necesito un gastroenterólogo porque tengo nauseas o dolores de estomago cuando como algo; supongo que en este caso muchos no tendrían ningún reparo en decir abiertamente que tienen que ir a ese tipo de especialista para solucionar ese malestar.

Confieso que en una etapa de mi vida, en esa época de universidad cuando lo veía todo gris tuve que visitar un psicólogo y descubrí que encontré solución a mi preocupaciones simplemente contado mis cosas a alguien que no tenía que ver nada conmigo, que le pagaba para que me escuchase, ya que únicamente necesitaba hablar con alguien ajeno a mi y por el simple hecho de hablarlo y escucharme a mi mismo cuando lo hablaba, conseguía aliviar mis preocupaciones.

Por eso es que me he propuesto escribir en mi blog cosas como estas, que son tan personales, pero por el hecho de tener que redactar lo que pienso para publicarlo en el blog, ya consigo esos resultados de alivio, de liberación de espacio en mi disco duro cerebral.

Por tener el blog ese matiz tan personal, he creado un espacio Web como complemento al blog, en el que también quiero compartir temas más generales, novedades tecnológicas, noticias relevantes y de forma particular, acercar a todos los que no sean de República Dominicana y que se interesen por conocer más de mi país, al margen de la visión casi general que se le ha dado en el exterior, como destino turístico de playa, sol, merengue, bachata y ron.

Si te da por curiosear mi sitio completo, verás que por ahora tengo esbozado los objetivos que he pretendido en las secciones Actualidad, De donde vengo, Vídeos y el Podscat, secciones en las que te puedes suscribir mediante los RSS que si no sabes de que van los RSS, te cuento que se utilizan para avisarle a suscriptores de esas secciones las informaciones actualizadas frecuentemente. Las abreviatura de RSS corresponden a Really Simple Syndication que traducido al español significa publicación verdaderamente sencilla.

Las últimas versiones de los principales navegadores te permiten leer los RSS, así que en las secciones de mi sitio que veas el icono de suscribirse, si lo haces, podrás seguir las últimas actualizaciones del sitio.

También te comento que este sitio lo estoy desarrollando en una aplicación optimizada para Apple Macintosh, que por tratarse del sistema operativo Mac OS X puede que si lo visualizas con un navegador para Windows, sea necesario que tengas instalado un plugins para visualizar los enlaces con sonido y video, o que dependiendo la resolución de pantalla que tengas configurada en tu equipo, no puedas ver el sitio con la calidad con que ha sido maquetado.

Gracias de antemano por la comprensión y sobre todo por la visita y comentarios.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Pause/Play


Desde que me inicié en esto del blog no había parado de escribir consecutivamente un promedio de una vez por semanas. En estas ultimas dos semanas he hecho una pausa, precisamente por lo que cuento en las dos entradas anteriores, lo de los cambios de ciclos y esas cosas.

Reflexionar y redactar lo que escribo me sale por inspiración y la verdad que en estos últimos días no he estado tan inspirado para escribir. Una de las razones son los pálpitos que estoy sintiendo desde algunas semanas atrás, de que tengo que cambiar de ciclo de vida.

Para los que no han leído esas dos últimas entradas, comentaba que soy una persona que me rijo por ser el mismo, pero no con lo mismo, en ese sentido, cuando veo que estoy haciendo las cosas de forma repetida y por rutinas, que no tengo las mismas chispas que hacen detonar mis emociones para continuar haciendo las cosas con el mismo ímpetu y disfrute de la primera vez que las inicié, es cuando confirmo que tengo que cambiar de ciclo.

Yo creo que los que me conocen desde niño, si se ponen a recopilar mi historia de vida, pueden confirmar lo que cuento... justo cuando estoy escribiendo esto, me llega a la memoria algunos aspectos de mi vida con los que me reafirmo en cómo vivo. Por ejemplo, lo de mi historia de vida laboral, de la que se puede contabilizar menos de 5 años trabajados como empleado, porque el trabajo de forma rutinaria, hacer el mismo trayecto para entrar a un mismo horario, salir siempre en otro horario, el mismo sitio donde desarrollar el trabajo, los mismos compañeros, las mismas actividades, etcétera, como que no es lo mío.

Igual pasa con mi discretísima vida amorosa, de la que puedo concluir que no soy una persona de aferrarme al estilo tradicional de vivir como pareja "juntos para toda la vida". Eso de dormir siempre en mismo lado de la cama, la misma ubicación en la mesa para comer, las mismas rutinas para entrar al baño, y no digo nada de las mismas posturas ya saben para que…

Profesionalmente igual, estudié ingeniería electrónica, una profesión que en su día me apasionaba enormemente lo de trabajar con circuitos electrónicos, lo de diseñar cosas, de hecho, siendo adolescente era el típico “utility” para mis vecinos, que me buscaban para que les arreglase una plancha, un secador de pelo, una radio, les colgara una lámpara, o le instalarlas una cerradura. En ese entonces, cualquier actividad que implicara ingenio y técnicas para hacerla, me entusiasmaba infinitamente. Ahora pago para que me den esos servicios porque no me motiva para nada hacerlos yo.

En la actualidad me dedico profesionalmente a una actividad diametralmente opuesta a la que estudié como carrera universitaria, pero que ahora mismo la estoy desarrollando a plenitud y de manera apasionante porque tiene que ver con la comunicación. Trabajar en la enseñanza de programas informáticos, los cuales se tienen que ir actualizando en versiones, un promedio de cada dos años, me da la sensación que no estoy enseñando lo mismo, porque debo estar al día con las nuevas versiones. Otra cosa también interesante es que los programas que enseño son para el uso de la comunicación visual, que se aplican en el diseño gráfico publicitario, por eso, quien trabaja con estos programas tiene que estar relacionado con las nuevas tendencias de diseño gráfico y comunicación, lo que me da la oportunidad de mantenerme actualizado, cambiar constantemente de registros y de metodología de docencia para poder compartir mis conocimientos.

Yo respeto y acepto a todos los que vivan y piensen contrario a lo que aquí expreso. Faltaría más!!! Como dice una frase popular que aprendí a usar en España, que me encanta y que por eso la he adoptado como mía -CADA UNO ES COMO ES- porque de verdad, ¡qué aburrida sería la vida si todos pensáramos y actuáramos de la misma forma!

Soy consciente que en la estructura social que me ha tocado para hacer mi escalada por la vida, prima la costumbre del pastoreo, donde las personas en general, siguen a rajatabla ciertas conductas sociales dictadas por otros, y que van todos como borregos haciendo lo mismo y no se detienen a pensar si realmente quieren o disfrutan lo que hacen, únicamente escuchan la voz de Vicente y siguen por donde dice la gente, pero eso si:

¡Ay de aquel que se salga del redil, porque será estampado con el sello de la mala red, por no decir el 666!

De ahí que con los años he aprendido a entender, aceptar y sobre todo a respetar que cada persona adulta tiene más que el derecho, la obligación, de vivir su vida de acuerdo a sus costumbres, principios, convicciones, filosofía de vida, creencias religiosas, etcétera. Pero luego que digo esto, pongo una coletilla y digo: mientras que las personas por su forma de vivir no se hagan daño así misma y no haga daño a los demás, que cada quien viva y haga como les de la gana. Total, si la vida son dos días!!

Termino declarando a los cuatros vientos: soy alérgico a sentirme que estoy haciendo lo mismo de forma rutinaria, eso me produce urticaria cerebral, un picor incontenible que hasta puedo llegar a despellejarme el cerebro rascándome con los codos.

No puedo terminar sin dar las gracias a las personas que me comunicaron que echaron de menos mis entradas estas dos ultimas semanas, esto me hace sentir más motivado aun para no detenerme en mi propósito de expresarme de forma abierta y pública por este medio.

lunes, 2 de noviembre de 2009

En la recta final

Si señor!! Ya entramos en la tercera curva de los
bre, la de noviembre. Dentro de poco entraré en la recta final para alcanzar las metas del 2009, y también en muy pocas semanas celebraré mi décimo aniversario por estas latitudes.

¡Que bien! Que regusto me queda al saber que ya me han pasado 10 años por estas tierras y que a pesar de haber estado tan lejos y desconectado de los míos, el balance sigue siendo positivo.

En la ultima entrada contaba lo de mis cambios de ciclos, y mi adorada hermana Mayra me ha comentado que se quedó esperando alguna foto mía presentado un nuevo look. El cambio de look esta vez no ha sido tan radical, simplemente me he rapado la cabeza para que con el frío otoñal que ya se empieza a sentir en Madrid, se me vaya congelando el pensamiento para mi próximo ciclo, en el que pienso hacer todo el esfuerzo para que reine por siempre la decisión de mis comportamientos.

Aun no tengo revelada cual será mi nueva hoja de ruta para el próximo ciclo, pero lo que ya tenía, desde hace varios días, era esa sensación de que mi censor natural se había disparado; por esa razón en estas últimas semanas, sin darme cuenta, he puesto en pausa todos los proyectos que tenía pendiente, y también he notado que me está costado una barbaridad continuar todos los que tengo en curso.

Está claro que como ahora tengo la afición de usar este blog como mi cloaca emocional, próximamente tendría que contar cual será la ruta asignada en mi nuevo ciclo, de todas formas, antes de saber los caminos que tengo que recorrer, en mi GPS de vida, he fijado la dirección de un lugar en el que con toda seguridad voy hacer escala. Es un hermoso mirador desde el que voy a contemplar lo bien que estaré cuando llegue al lugar donde me he propuesto residir.

Cuento una historia como metáfora del lugar en el que me voy a mudar:


Soy yo quien decide

Explica el columnista Sidney Harris que, en una ocasión, acompañó a un amigo suyo a comprar el periódico. Al llegar al quiosco su amigo saludó amablemente al vendedor. El quiosquero, en cambio, respondió con modales bruscos y desconsiderados y le lanzó el periódico de mala manera. Su amigo, no obstante, sonrió y pausadamente deseó al quiosquero que pasase un buen fin de semana.

Al continuar su camino, Sidney le dijo:

-Oye... ¿este hombre siempre te trata así?

-Sí, por desgracia.

-y tú, ¿siempre te muestras con él tan educado y amable?

-Sí, así es.

-y ¿me quieres decir por qué eres tan amable con él, cuando él es tan antipático contigo?

-Es bien fácil. Porque yo no quiero que sea él quien decida cómo me he de comportar yo.

Así que lo dejo claro, me mudo definitivamente a ese lugar, donde nadie me marcará las pautas para que yo me sienta o me comporte de una determinada manera, que en aquel lugar seré yo quién decido como me quiero sentir. Que si me quiero ofender, malhumorar o aludir, es porque yo lo decida, no porque otros lo provoquen, y que yo cumpla sus propósitos.

Que se preparen los cánidos (los cánidos son una familia de mamíferos de régimen carnívoro u omnívoro. Incluye a perros, lobos, zorros, coyotes, y chacales) si esperan que yo me comunique como lo hacen ellos, no les voy a dar ese placer, yo me comunicaré de la única manera que lo sé hacer, conversando.

viernes, 30 de octubre de 2009

Nuevos Ciclos

Todas las personas que me han seguido de cerca en los últimos tres lustros podrán advertir los cambios de mentalidad que he asumido durante este tiempo, eso si, siempre siguiendo la máxima con que me describo: SIEMPRE EL MISMO, PERO NO CON LO MISMO.

Hace ya un tiempo que aprendí a vivir la vida por ciclos, para ello he desarrollado un censor natural que me avisa cuando tengo que hacer esos cambios de ciclos. Este aviso se produce de forma natural y sin ningún condicionante, y se manifiesta en momentos inesperados, por una conversación, soñando algo, por una reflexión, leyendo algún libro, viendo alguna imagen, viendo alguna película, en fin, en un momento Flashback que me dice: «Ey!! Atento, que ya se acabó un ciclo, hay que cambiar»

Desde ese instante se engendra en mi un proceso que implica la sustitución de algo viejo por algo nuevo. Está claro, estos cambios suelen estar cargado de connotaciones positivas y que pueden implicar algo tan simple como nuevos puntos de vista en algunas de mis convicciones, hasta algo más trascendental como el desapego radical de actividades, personas o hábitos y costumbres que me marcaban la ruta por la vida.

Muchas veces esos cambios los hago reforzándome con algunas técnicas para no debilitarme en ese proceso. De ahí que confieso que si alguna vez han visto que me rapo el pelo, que me dejo barbas, que me pongo lentillas de color para cambiarme el tono de los ojos; que por un tiempo visto con ropas de estilo clásico, casual o hip-hopero, o que me tiño el pelo de color rubio, etcétera, es que hay algo de eso, que algún cambio estoy experimentando, y por el hecho de verme “raro” cuando me miro en el espejo con ese cambio de apariencia, o también cuando alguien que está acostumbrando a verme encasillado en un estilo, se sorprende con el cambio de mi aspecto, esto me hará tener presente mi decisión de cambio.

Casi seguro que aquellas personas que me conocieron o me trataron 15 años atrás, no tendrán ni idea de la evolución de mis pensamientos, del desarrollo personal y de actitud que he aplicado en mi vida durante este tiempo, que como es natural, por esa pausa de tiempo, sus recuerdos hacia mi persona, estarán anclando en el tiempo que me conocieron.

Pero más que seguro, tengo la convicción que si esas mismas personas me vuelven a tratar en la actualidad, redescubrirán que en mi esencia sigo siendo el mismo, porque esa esencia es mi carácter, el temperamento que define mi personalidad, los componentes que consolidan cada día más mi identidad como persona y me dan el refuerzo que se transforma en los resortes que me lanzan sin temor para interactuar con el entorno. Todo esto lo resumo con un anglicismo, Mi Copyright ©

Voy a compartir con todos este bonito cuento que describe en algo el por qué no vivo la vida encasillado en lo mismo:

Érase una vez una pequeña ola que vivía muy alegre junto a otras olas, mar adentro. Le gustaba mucho saltar y disfrutar de la compañía de las demás olas. Tenía fama de ser alegre y divertida.

Un día unas corrientes marinas fueron desplazando la ola hacia la costa y, mientras se iba acercando a ella, nuestra ola se iba entristeciendo hasta llegar al desconsuelo. El hecho es que, durante uno de sus saltos, observó que las compañeras que iban delante suyo terminaban rompiéndose contra el acantilado, o bien desaparecían en la orilla de la playa fundiéndose con la arena; otras veces, debido al reflujo marino, eran desplazadas hacia otras costas.

Muy entristecida, la ola se volvió hacia su mejor amiga que jugaba intentando asustar a una bandada de gaviotas:

-Eres muy ignorante. Estás jugando y divirtiéndote y no te das cuenta de que dentro de poco, cuando la corriente nos lleve hacia la costa, desapareceremos para siempre y ya no nos volveremos a ver más.

Su amiga le respondió:

-Ignorancia la tuya, ola. Todavía no te has dado cuenta de que no sólo no vamos a desaparecer sino que estaremos juntas siempre, porque entre todas nosotras formamos este MAR que va y viene.

domingo, 25 de octubre de 2009

Recordar es Vivir!!

Hoy domingo me he levantado con la sensación que estaba en mi adorada República Dominicana. Sin darme cuenta he activado el piloto automático de los hábitos y estos han controlado mis primeras acciones del día por eso he tenido la sensación virtual de que estaba en Santo Domingo a pesar que de los 15º grados de temperatura y ese sol otoñal que alumbra pero que no calienta con que ha despertado hoy Madrid.

Es curioso como el ambiente de tu hogar te transporta a 6703 kms. que es la distancia exacta que hay desde Madrid a mi Santo Domingo natal, y aunque sea por un instante, no siento que estoy fuera de mi patria. Igual ha sido el aroma de ese primer café de la mañana, o por esa tradición dominicana de levantarte los domingos por las mañanas, abrir todas las ventanas y poner tu selección musical a un volumen más alto que lo habitual, o lo de proclamar que los domingo no se hace nada en la casa.

Como he tomado la decisión que hoy domingo voy hacer “el vago“ que solamente haré la ruta del sillón a la cocina y de la cocina al baño, con escala en el ordenador para facebucear un poco (frase propia de navegar por el Facebook) que es la nueva afición que tengo en mis ratos de holgazanería, la de ir encontrando en Facebook a esos amigos de toda la vida y a los que les he perdido la pista. Esta es una de las partes positivas de las redes sociales, la de reencontrarte con alguien que conoces y de ahí ir enlazando con otros amigos comunes, y personas que también conoces.

Les puedo asegurar que mi reacción al encontrar algunas de esas personas que tenía un montón de años que había dejado de ver, fue la de sentirme un abuelo caduco!! No no no, no exagero, juro que me he parado un rato del ordenador, he ido al vestidor y me he preguntado mirándome a solas en el espejo: ¿Y tú estás tan viejo? No paraba de mirarme por todos los lados y cuestionarme a mi mismo: ¿Pero es verdad que tu crees que estás viejo? Eso si, eludiendo en todo momento una posible y remota autorespuesta que me pudiera hacer creer que de verdad estoy viejo.

Esta reacción ha sido al ver los perfiles en Facebook de algunas personas que deje de ver como niños cuando vivía en República Dominicana, que si no fuera por los nombres y apellidos jamás les habría identificado. Ha sido una sensación muy rara, por la sorpresa de ver las fotos de esos niños que les he visto nacer y que ahora son hombres y mujeres. Recordé esa costumbre de entonces, que los niños pequeños trataban a los adolescentes como tíos y tías, que nos respetaban y nos trataban como si realmente fuéramos hermanos de sus padres, que a su vez sus padres nos trataban como si fuéramos sus hermanos pequeños.

No me podía creer que yo era el “Tío Tito” (me llamaban Tito mi familia y amigos de infancia) de esos que ahora veo que son adultos como yo, tampoco me podía imaginar viendo personalmente a esos niños y niñas que deje de verles más de 20 años atrás y que ahora no los podré tratar como los chiquillos de aquel entonces. Es muy curiosa esta sensación, porque siento que me han pasado los años al recordar esos que eran niños, pero al mismo tiempo siento que en mi no han pasado los años porque tengo el mismo espíritu de cuando era el “Tío Tito”.

Si fue emocionante reencontrar esos que deje de ver cuado eran chiquillos, más emocionante fue encontrar un grupo que han creado en el Facebook de la zona en Santo Domingo donde nacimos y nos criamos la cuadrilla de amigos y conocidos de esas época. Es realmente alucinante la risa que me han dado leer las anécdotas que publican en el Muro de comentarios aquellos que se han unido al grupo. Ha sido maravilloso recordar esas anécdotas de los colegios donde estudiamos, las actividades recreativas de la época, los personajes famosos y los sitios emblemáticos de la zona.

Ciertamente recordar es vivir y más aun cuando tengo la satisfacción de haber aprendido a vivir la vida, no de que la vida me viva.

Hoy voy hacer como hacían las familias de la época que tenían personas de servicios domésticos en sus casas, que les solían “dar el domingo” a esos trabajadores y trabajadoras que tenían interno en sus casas y que el domingo era ese único día de la semana que podían hacer lo que les diera la gana y no tenían que hacer nada de sus obligaciones habituales de trabajo. Así que yo hoy también me regalo el domingo y no haré nada de mi rutina habitual en España.

Me pondré la música a tope, escucharé los merengues añejos de mi época, el pop y rock ochentero que bailaba en las discotecas de ese tiempo; fijo que me preparé un tragüito de mi reserva intocable de Brugal Extra Viejo, me preparé unos tostoncitos (plátano verde frito) evocaré esos buenos momentos en mi cuidad, llamaré por teléfono a mi familia y algunos amigos entrañable, me echare una buena risa con ellos recordando esas anécdotas inolvidables, y al finalizar el día diré con la boca grande, RECORDAR ES VIVIR!!!