viernes, 30 de octubre de 2009

Nuevos Ciclos

Todas las personas que me han seguido de cerca en los últimos tres lustros podrán advertir los cambios de mentalidad que he asumido durante este tiempo, eso si, siempre siguiendo la máxima con que me describo: SIEMPRE EL MISMO, PERO NO CON LO MISMO.

Hace ya un tiempo que aprendí a vivir la vida por ciclos, para ello he desarrollado un censor natural que me avisa cuando tengo que hacer esos cambios de ciclos. Este aviso se produce de forma natural y sin ningún condicionante, y se manifiesta en momentos inesperados, por una conversación, soñando algo, por una reflexión, leyendo algún libro, viendo alguna imagen, viendo alguna película, en fin, en un momento Flashback que me dice: «Ey!! Atento, que ya se acabó un ciclo, hay que cambiar»

Desde ese instante se engendra en mi un proceso que implica la sustitución de algo viejo por algo nuevo. Está claro, estos cambios suelen estar cargado de connotaciones positivas y que pueden implicar algo tan simple como nuevos puntos de vista en algunas de mis convicciones, hasta algo más trascendental como el desapego radical de actividades, personas o hábitos y costumbres que me marcaban la ruta por la vida.

Muchas veces esos cambios los hago reforzándome con algunas técnicas para no debilitarme en ese proceso. De ahí que confieso que si alguna vez han visto que me rapo el pelo, que me dejo barbas, que me pongo lentillas de color para cambiarme el tono de los ojos; que por un tiempo visto con ropas de estilo clásico, casual o hip-hopero, o que me tiño el pelo de color rubio, etcétera, es que hay algo de eso, que algún cambio estoy experimentando, y por el hecho de verme “raro” cuando me miro en el espejo con ese cambio de apariencia, o también cuando alguien que está acostumbrando a verme encasillado en un estilo, se sorprende con el cambio de mi aspecto, esto me hará tener presente mi decisión de cambio.

Casi seguro que aquellas personas que me conocieron o me trataron 15 años atrás, no tendrán ni idea de la evolución de mis pensamientos, del desarrollo personal y de actitud que he aplicado en mi vida durante este tiempo, que como es natural, por esa pausa de tiempo, sus recuerdos hacia mi persona, estarán anclando en el tiempo que me conocieron.

Pero más que seguro, tengo la convicción que si esas mismas personas me vuelven a tratar en la actualidad, redescubrirán que en mi esencia sigo siendo el mismo, porque esa esencia es mi carácter, el temperamento que define mi personalidad, los componentes que consolidan cada día más mi identidad como persona y me dan el refuerzo que se transforma en los resortes que me lanzan sin temor para interactuar con el entorno. Todo esto lo resumo con un anglicismo, Mi Copyright ©

Voy a compartir con todos este bonito cuento que describe en algo el por qué no vivo la vida encasillado en lo mismo:

Érase una vez una pequeña ola que vivía muy alegre junto a otras olas, mar adentro. Le gustaba mucho saltar y disfrutar de la compañía de las demás olas. Tenía fama de ser alegre y divertida.

Un día unas corrientes marinas fueron desplazando la ola hacia la costa y, mientras se iba acercando a ella, nuestra ola se iba entristeciendo hasta llegar al desconsuelo. El hecho es que, durante uno de sus saltos, observó que las compañeras que iban delante suyo terminaban rompiéndose contra el acantilado, o bien desaparecían en la orilla de la playa fundiéndose con la arena; otras veces, debido al reflujo marino, eran desplazadas hacia otras costas.

Muy entristecida, la ola se volvió hacia su mejor amiga que jugaba intentando asustar a una bandada de gaviotas:

-Eres muy ignorante. Estás jugando y divirtiéndote y no te das cuenta de que dentro de poco, cuando la corriente nos lleve hacia la costa, desapareceremos para siempre y ya no nos volveremos a ver más.

Su amiga le respondió:

-Ignorancia la tuya, ola. Todavía no te has dado cuenta de que no sólo no vamos a desaparecer sino que estaremos juntas siempre, porque entre todas nosotras formamos este MAR que va y viene.

domingo, 25 de octubre de 2009

Recordar es Vivir!!

Hoy domingo me he levantado con la sensación que estaba en mi adorada República Dominicana. Sin darme cuenta he activado el piloto automático de los hábitos y estos han controlado mis primeras acciones del día por eso he tenido la sensación virtual de que estaba en Santo Domingo a pesar que de los 15º grados de temperatura y ese sol otoñal que alumbra pero que no calienta con que ha despertado hoy Madrid.

Es curioso como el ambiente de tu hogar te transporta a 6703 kms. que es la distancia exacta que hay desde Madrid a mi Santo Domingo natal, y aunque sea por un instante, no siento que estoy fuera de mi patria. Igual ha sido el aroma de ese primer café de la mañana, o por esa tradición dominicana de levantarte los domingos por las mañanas, abrir todas las ventanas y poner tu selección musical a un volumen más alto que lo habitual, o lo de proclamar que los domingo no se hace nada en la casa.

Como he tomado la decisión que hoy domingo voy hacer “el vago“ que solamente haré la ruta del sillón a la cocina y de la cocina al baño, con escala en el ordenador para facebucear un poco (frase propia de navegar por el Facebook) que es la nueva afición que tengo en mis ratos de holgazanería, la de ir encontrando en Facebook a esos amigos de toda la vida y a los que les he perdido la pista. Esta es una de las partes positivas de las redes sociales, la de reencontrarte con alguien que conoces y de ahí ir enlazando con otros amigos comunes, y personas que también conoces.

Les puedo asegurar que mi reacción al encontrar algunas de esas personas que tenía un montón de años que había dejado de ver, fue la de sentirme un abuelo caduco!! No no no, no exagero, juro que me he parado un rato del ordenador, he ido al vestidor y me he preguntado mirándome a solas en el espejo: ¿Y tú estás tan viejo? No paraba de mirarme por todos los lados y cuestionarme a mi mismo: ¿Pero es verdad que tu crees que estás viejo? Eso si, eludiendo en todo momento una posible y remota autorespuesta que me pudiera hacer creer que de verdad estoy viejo.

Esta reacción ha sido al ver los perfiles en Facebook de algunas personas que deje de ver como niños cuando vivía en República Dominicana, que si no fuera por los nombres y apellidos jamás les habría identificado. Ha sido una sensación muy rara, por la sorpresa de ver las fotos de esos niños que les he visto nacer y que ahora son hombres y mujeres. Recordé esa costumbre de entonces, que los niños pequeños trataban a los adolescentes como tíos y tías, que nos respetaban y nos trataban como si realmente fuéramos hermanos de sus padres, que a su vez sus padres nos trataban como si fuéramos sus hermanos pequeños.

No me podía creer que yo era el “Tío Tito” (me llamaban Tito mi familia y amigos de infancia) de esos que ahora veo que son adultos como yo, tampoco me podía imaginar viendo personalmente a esos niños y niñas que deje de verles más de 20 años atrás y que ahora no los podré tratar como los chiquillos de aquel entonces. Es muy curiosa esta sensación, porque siento que me han pasado los años al recordar esos que eran niños, pero al mismo tiempo siento que en mi no han pasado los años porque tengo el mismo espíritu de cuando era el “Tío Tito”.

Si fue emocionante reencontrar esos que deje de ver cuado eran chiquillos, más emocionante fue encontrar un grupo que han creado en el Facebook de la zona en Santo Domingo donde nacimos y nos criamos la cuadrilla de amigos y conocidos de esas época. Es realmente alucinante la risa que me han dado leer las anécdotas que publican en el Muro de comentarios aquellos que se han unido al grupo. Ha sido maravilloso recordar esas anécdotas de los colegios donde estudiamos, las actividades recreativas de la época, los personajes famosos y los sitios emblemáticos de la zona.

Ciertamente recordar es vivir y más aun cuando tengo la satisfacción de haber aprendido a vivir la vida, no de que la vida me viva.

Hoy voy hacer como hacían las familias de la época que tenían personas de servicios domésticos en sus casas, que les solían “dar el domingo” a esos trabajadores y trabajadoras que tenían interno en sus casas y que el domingo era ese único día de la semana que podían hacer lo que les diera la gana y no tenían que hacer nada de sus obligaciones habituales de trabajo. Así que yo hoy también me regalo el domingo y no haré nada de mi rutina habitual en España.

Me pondré la música a tope, escucharé los merengues añejos de mi época, el pop y rock ochentero que bailaba en las discotecas de ese tiempo; fijo que me preparé un tragüito de mi reserva intocable de Brugal Extra Viejo, me preparé unos tostoncitos (plátano verde frito) evocaré esos buenos momentos en mi cuidad, llamaré por teléfono a mi familia y algunos amigos entrañable, me echare una buena risa con ellos recordando esas anécdotas inolvidables, y al finalizar el día diré con la boca grande, RECORDAR ES VIVIR!!!

miércoles, 21 de octubre de 2009

Prohibida la privacidad

Recientemente me ha llamado la atención las decenas de carteles que he visto colocados en las paredes y escaparates de las principales calles de la zona del centro de Madrid donde vivo, protestando por la instalación de cámaras de videovigilancia en las calles. El lema de los carteles era “No a la videovigilancia. Sonríe, te están grabando”.

La protesta era por las 48 cámaras de videovigilancia que ya están instalando en la zona y según alegaban los convocantes a la protesta, es que “Van a convertir la zona en el Gran Hermano (Big Brother) particular de tu vida, tu intimidad, tu libertad. Cuando pasees, te rías, beses, te saques un moco, serás filmado para la posteridad”

Lo cierto es que este tipo de protesta llevan a un camino seguro, al camino de la nada, porque es un hecho que desde el 11 de septiembre del 2001, con el brutal atentado de las torres gemelas, la vulneración de la privacidad es una práctica aceptada y casi justificada. Pero que en muchos caso no hay que olvidar que se violan declaraciones universales como las siguientes:

Declaración Universal de los Derechos Humanos:

El Artículo 12 de la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas establece que el derecho a la vida privada es un derecho humano:

"Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su correspondencia, ni de ataques a su honra o su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques."

Legislación europea:

La Directiva Europea 95/46 CE de 24 de Octubre del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos.

Legislación nacional en los países Europeos:

España:

El Art. 18 de la "Constitución española de 1978" establece:

"1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en el sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.

3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.

4. La Ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos."

Toda mi vida he escuchado un refrán que dice: “Quien no tiene hechas, no tiene sospechas”. Es el único alegato que me puede servir como aliciente para no sentir como mis derechos a la privacidad se violan descaradamente desde el momento que salgo por la puerta de mi casa.

Si bien es cierto que controlar todos los movimientos de las personas que circulan por las grandes ciudades, como en el caso de Madrid, ha ayudado para identificar a personas que actúan contra la ley, no es menos cierto que muchas veces sentir que constantemente te están grabando en las calles, en el transporte público, en los establecimientos comerciales, en el cine, en un banco, etcétera, puede provocar una cierta incomodidad.

Por mi trabajo ya estoy acostumbrado a manejarme con soltura frente a un auditorio, en las aulas, en una conferencia, en una masterclass, o cualquier tipo de evento que tenga que dirigirme a un publico; pero tengo que reconocer que muchas veces mi soltura se amarra cuando se que estoy siendo grabado, sobre todo en los casos que no proceden.

Cuento una anécdota que me ha sucedido en una clase; una persona que iba un poco lenta tomando apuntes, me comentó que llevaba una grabadora de voz para recoger mis explicaciones, y luego repasarlas tranquilamente en su casa.

Les puedo asegurar que para mi era una clase incomoda, porque a pesar de estar pre-avisado, me sentía un poco condicionado, por el hecho de que lo que yo hablara no solamente sería escuchando por las personas que tenía al frente, si no que al estar siendo grabado, lo que yo dijera podía ser propagado, cuestionado o refutado sin que yo pudiera estar presente para argumentarlo. Si este caso era incomodo, más incomodo es cuando estás como disertante y descubres que sin pedirte autorización, alguien está con una minicámara de video grabando todo lo que dices y haces.

Es un poco el caso que se está dando ahora cuando estoy fuera de mi casa, cuando menos me lo espero, me encuentro con una cámara en lugares antes insospechados, y tal como van las cosas, dentro de un tiempo será algo normal encontrar supuestas cámaras de videovigilancia en un baño, en la habitación de un hotel, en las urnas de votación, en los probadores de las tiendas, en los consultorios médicos, etcétera.

Lo que me está fastidiando de todo esto, es que poco a poco lo irregular se esta volviendo normal y por eso muchas veces auto-justifico que esas cámaras tienen que estar ahí para "cuidar mi seguridad" y me estoy acostumbrado a restar importancia al uso final que se le puede dar a todas las grabaciones que hacen de mi persona sin mi autorización, amparadas en la frase "por su seguiridad"

Hace ya varios meses vi una película Déjà Vu, protagonizada por Denzel Washington. En el film se contaba como luego de un atentado terrorista en un ferry, la policía gracias a un modernísimo sistema informático de investigación, encontraron las pistas sobre la identidad de los terroristas, y terminaron descubriendo los autores de ese atentado. Gracias a este sistema podían monitorizar en tiempo pretérito todos los pasos que había dado una persona.

Si bien en este film se cuenta cosas de “ciencia ficción” como lo de un sistema para volver al pasado y desviar los pasos que pretendemos dar, la realidad es que ese sofisticado sistema se basaba en cámaras de videovigilancia, controladas por satélites y que podían traspasar las paredes de una vivienda y entrar en la intimidad de tu hogar y ver todos los pasos que has dado en el pasado.

Está claro que si se recopilan todas las imágenes de vídeos individuales que se registran de mi persona desde que pongo un pie fuera de mi casa un día cualquiera, se puede reconstruir mi rutina diaria y digo más, se puede hasta predecir cuales son mis movimientos habituales en la calle.

Por el momento es fantasía eso de que se llegue a redirigir mis actuaciones pasadas, pero es una realidad, que si se proponen recopilar mi agenda de movimientos fuera de casa, con todas la imágenes de vídeos que existen de mi persona en un día habitual, muy fácilmente se pueden orquestar elementos motivadores para conducirme a ciertas acciones de consumo… y no digo más!!

Así que ya saben, en las grandes ciudades está prohibido prohibir, por eso está prohibido tener privacidad. Como decía el lema de los que protestaban por las cámaras de videovigilancia: “Sonríe, te están grabando”

jueves, 15 de octubre de 2009

En la cima

Prueba superada, con resultados de crecimiento y fortalecimiento. Así concluyo el 14 de octubre, con un superávit de positivismo y alegría reforzada. Parte de ese excedente de positivismo son las conclusiones a las que he llegado luego de hacer jornada de puertas abiertas de mis sentimientos, repartiendo invitaciones en mi último post para que visitaran mis momentos transitorios de tristeza.

Realmente lo que pretendía en esa ultima entrada, era hacer una visita guiada a la exposición de mi tristeza por los recuerdos desagradables de esa fecha, que tal como concluía mi narración, decía que esa tristeza terminaría el día 15 de octubre, como en efecto ha terminado.

Me parece que ese tipo de exposición pública de tristeza, y más tratándose de una fecha especial de celebración, no es lo habitual, que lo normal es que las personas hagan público los momentos de festejos, pero como dice el gran místico Osho, en su libro Alegría, La felicidad que surge del interior, donde cuenta que la felicidad es una de las caras de una monedad, que tiene por la otra cara la infelicidad, y que por eso la felicidad siempre está mezclada con la infelicidad, aunque lo común es que se muestre públicamente unas de las caras.

Osho también dice en su libro: “Si hablas de tu depresión, de la tristeza, de la infelicidad, todo el mundo se lo cree; parece algo natural. Si hablas de tu felicidad, nadie te lo cree, parece algo antinatural.

Por eso pienso que muchas veces cuando compartes tus momentos de tristeza, de infelicidad, las personas lo entienden tan bien, que hasta llegan a pensar que en general eres una persona sumida en la tristeza y en la infelicidad permanente.

Precisamente, por comprender que la felicidad es una de las cara de la moneda, regularmente la más conocida porque es la que se suele presentar, pero como también existe esa otra cara, la de la infelicidad, que es la que he querido presentar en esa ultima entrada, dejando claro que se trataba de una presentación fortuita, aunque sabía el riesgo a que me atenía al hacer publico mis sentimientos de tristeza.

Es un hecho que en la estructura social que me ha tocado vivir, decir que estás triste es sinónimo de dar pena; pienso que eso se debe a que como todos nosotros algunas vez hemos tenido momentos de tristezas, nos identificamos tanto con la persona que está triste, que interpretamos perfectamente ese sentimiento, y por esa plena comprensión, hasta podemos llegar a contagiarnos de esa tristeza; pero no solamente eso, que quizás cuando identificamos en alguien un evento de tristeza, aun sea ocasional, marcamos a esa persona, con el: «ay!! el pobre…» y la etiquetamos con el sentimiento de tristeza permanente.

Yo es que no tengo pudor para eso de expresar mis sentimientos de tristeza, tal como expreso mis sentimientos de alegría, por eso comparto con todo el mundo esos sentimientos de forma abierta, porque así como disfruto mis momentos de felicidad, cuando se me vira la moneda y tengo que bajar a los infiernos para verles las orejas al lobo, al ver que ahí en el fondo se está tan mal por lo inclemente y feroz que es el lobo, eso me sirve de acicate para salir flotando como corcho y aferrarme lo más que pueda a los momentos boyantes de felicidad.

Como veo que hay personas que siguen las historias que cuento en mi blog, prometo que haré un cambio en la tónica de mis narraciones, porque repasando todo lo que he escrito, igual por la emotividad de algunas de las entradas, puedo proyectar que soy una persona triste y melancólica, y nada que ver… Uyyyy, que el negro tiene su mambo,!! Que soy polifacético, eh! que lo sepan!

Así que aprovecharé ahora que me he rapado la cabeza, para sacudirme la melena y contar más cosas buenas, que por ahí viene soplando las fiestas de navidad y no puede ser que termine el año con tanta sobriedad.Ah! para todas las personas que me mandaron mensajitos y me llamaron para felicitarme, muchas gracias, que sepan en general que me lo he pasado muy muy bien, porque como tengo comprobado que las expectativas suelen fallar, por eso yo, de listo como siempre (mal endémico) me creé las expectativas de tener un mal día, y Fuaaa!! Todo lo contrario.

Lo recomiendo, háganme caso; cuando quieras un resultado determinado, créate las expectativas contrarias de lo que realmente esperas, a mi eso me suele funsionar. Eso si, no hay que pasarse, eh!!! Si te consideras una persona fea y te lo crees, pensando que vas a conseguir el resultado contrario; eso no cuela, que el espejo no miente, así que no tienes alternativas, asúmelo!!!

lunes, 12 de octubre de 2009

Celebración y Duelo


Hoy me he tomado el desayuno acompañado de la disyuntiva, porque al ver el calendario he recordado que en dos días es mí cumpleaños. Me he preguntado ¿qué hago? Dejo que sea un día común y corriente, de apertura y cierre, o le pongo una nota inolvidable.

Después que he colocado el punto y aparte en el párrafo anterior, hice una pausa en lo que había empezado a escribir y reflexioné un poco mientras guardaba y recogía lo que había sacado para desayunar. Me preguntaba por qué la fecha de mi cumpleaños nunca la siento como una fecha de júbilo, si no todo lo contrario, es una fecha en la que unos días previos me asalta la tristeza.

He concluido que se debe a la programación en mi memoria, que años tras años activa en mis recuerdos que la fecha de mi cumpleaños nunca ha sido una fecha de alegría.

Lo normal para cualquier persona es que el día de su cumpleaños lo viva como un día de júbilo y de planes de celebración, en el que se refrescan los recuerdos de las tradicionales sorpresas de cumpleaños, los regalos y las fiestas inolvidables. En mi caso es todo lo contrario, desde que tengo uso de razón, en esa fecha tengo programada la tristeza por la conmemoración del duelo.

Es inevitable e imborrable traer a mis recuerdo que en los 14 de octubre de cada año debo celebrar la bienvenida y rememorar la despedida. Evidentemente, la despedida opaca siempre la bienvenida. Porque justo un día como ese, en la cuenta de activos de la humanidad, con mi nacimiento, dieron un débito y simultáneamente dieron un crédito a la misma cuenta, por la muerte de la persona que me trajo a la vida.

Comprendo y al mismo tiempo acepto, que las personas que de niño me ayudaron para que fuera alimentando mis recuerdos, no eran consciente de su buena fe, y por eso nunca pensaron que los días de mi cumpleaños no debían llevarme como un compromiso al cementerio a dejar flores y encender velas en la tumba de mi difunta madre, porque inconscientemente estaban colaborando a que se fijara de forma indeleble en mis recuerdos, que el 14 de octubre era un día más bien de duelo que de celebración. De ahí que nunca me celebraron un cumpleaños como los demás niños, y la principal actividad de ese día era ir al cementerio.

Es muy difícil borrar la memoria de los recuerdos. Haciendo la analogía con un sistema informático, nuestro cerebro es como una CPU que tiene una memoria ROM (Read Only Memory) un chip que viene incluido de fabrica, que traduciendo las siglas del ingles, se refiere a una memoria solamente de lectura, en la que previamente se han programado instrucciones, como por ejemplo que cuando se presione un determinado botón, el ordenador se encienda.

Así son los recuerdos, hechos que quedan en nuestra memoria ROM y cuando le suministramos esa información a nuestro CPU, este activa un software que se deposita en otra memoria, la memoria RAM (Random Access Memory) que tal como se traducen sus siglas, se refiere a una memoria de acceso aleatorio; dicho de otra forma, es una memoria temporal, o de trabajo. La información que está en esa memoria será transitoria, por eso si le cortamos la energía eléctrica o se nos cuelga el ordenador y aun no hemos guardado lo que estamos trabajando, esta información se pierde, porque la información se fija únicamente cuando la guardamos en nuestro disco duro, y mientras accedemos a ella de manera aleatoria, lo hacemos de forma temporal.

En mi memoria ROM es donde se ha fijado que los 14 de octubre se le tiene que dar la orden a mi cerebro que active la tristeza, y que traiga a mi memoria temporal, a la RAM, que ese día y algunos días previos, como el de hoy, debo manejar información temporal, como esos recuerdos de tristeza que llegan previo al 14 de octubre, pero que tienen que acabar el día 15.

Algunos años le he echado cara y he avisado por adelantado, casi con exigencia, para que se recuerden y me feliciten el 14 de octubre. Quizás sin ser consciente, lo hacía porque sabía que ese día no sería el más alegre de todo el año, por eso forzaba para que en esas fechas mi memoria RAM trabajara con informaciones frescas y no con la ya manida información que años tras años se amotina para asaltar mis recuerdos.

Una vez más le hecho cara, siempre en mi beneficio, y te invito a que si lees esta entrada antes del 14 de octubre, te animes y me dejes un mensaje o comentario de felicitación para salpicar un poco la información de tristeza que venga a mi memoria RAM en estas fechas.

sábado, 3 de octubre de 2009

Nuevo Medicamento

Estaba buscando en mi cajón de los medicamentos algo que me sirviera para aliviarme el dolor que me ha provocado la picadura de una Avispa Pereza que me ha clavado su aguijón envenenado con desgano.

Encontré una cajita con un tubo de ungüento que por la apariencia del texto en la caja y por la ilustración de la etiqueta, es casi seguro que ha sido elaborado en la botica de la abuela.

El medicamento se llama Ungüento Motivación®. En el prospecto que lo acompaña pone lo siguiente:

• Lea todo el prospecto detenidamente antes de empezar a usar este medicamento.
• Conserve este prospecto. Puede tener que volver a leerlo.
• Si tiene alguna duda, consulte con alguna otra persona que tenga resultados con el uso de este medicamento.
• Este ungüento se le ha recetado a usted personalmente, pero puede pasarlo a otras personas. Puede ayudarle, si sus síntomas son los mismo que los suyos.

En este prospecto:

1.- Qué es Ungüento Motivación® y para qué se utiliza

2. Antes de usar Ungüento Motivación®

3. Cómo usar Ungüento Motivación®

4. Posible efectos adversos

5. Conservación de Ungüento Motivación®

6. Información adicional

1. Qué es Ungüento Motivación® y para qué se utiliza

Motivación como su nombre lo indica «el motivo de la acción» es un medicamento que pertenece al grupo de los medicamentos denominados estímulos. Está indicado en situaciones determinadas para ayudarnos a transformar las necesidades de respuesta en acción. Es decir, este medicamento puede ayudarle a NO DETENER su camino antes de la acción y persistir en ella hasta su culminación.

2. Antes de usar Ungüento Motivación

Si es alérgico al reconocimiento de los cambios emocionales circunstanciales

Tenga especial cuidado con Ungüento Motivación®

Sin energía no puede usar el Ungüento Motivación®, para aumentar las energías debe hacer ejercicios, caminar cuanto más pueda; alimentarse correctamente; dormir bien; escuchar música alegre; rodearse de personas que le transmitan positivismos, y sobre todo sonreír mucho (dientes, dientes, que eso es lo que le jode).

No aplique vendajes no transpirable sobre la zona afectada, para evitar el cultivo del miedo, por la combinación de la duda, ansiedad, angustia, indecisión, y parálisis al comprimir la zona afectada. (ver posibles efectos adversos)

3. Cómo usar Ungüento Motivación®

La dosis habitual es una abundante aplicación sobre la proyección en su cerebro de aquellas recompensas a su empeño y dedicación.

Para evitar recaídas se recomienda continuar el uso durante un tiempo indeterminado, aun desaparezca los síntomas. De este forma aseguramos regenerar siempre la imagen de esos días en los que después de tanto esfuerzo finalmente hemos recibido el reconocimiento. Estos pensamientos positivos son los que van a determinar la efectividad del medicamento.

4. Posibles efectos adversos.

Al igual que todos los medicamentos, al usar Ungüento Motivación® puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas lo sufran igual.

Porque no siempre nuestras acciones terminan siendo efectivas, a veces pueden que sean absolutamente inútil. Por ejemplo, en los caso cuando decidimos emprender algo, invertimos el tiempo y cuidamos todos los detalles, pero si a quien dirigimos nuestra iniciativa, no está dispuesta para aceptarla, la acción será inútil.

La inutilidad de nuestras acciones puede realimentar la angustia y con ella nuestra parálisis. Esto nos conducirá al momento donde nos quedamos otra vez sin capacidad de respuesta. La parálisis provocada por la ineficacia repetida de las decisiones y acciones inútiles, pueden provocar episodios que den lugar a otra vivencia que, a veces, es bastante más dramática: la depresión. OJITO...CUIDADO CON ESO!!!

5. Conservación del Ungüento Motivación®

Mantener fuera del alcance de personas con pensamientos negativos y con espíritu derrotado.

No requiere condiciones especiales de conservación.

6. Información Adicional

Los principios activos del Ungüento Motivación® están elaborados para actuar sobre el sentimiento de desesperanza ante los obstáculos, afectando directamente al estado de angustia y pérdida de entusiasmo, como una consecuencia normal del bloqueo o limitación de los anhelos por diversas causas, las cuales tienen efectos que deben prevenirse.

Este prospecto ha sido aprobado por el Consejo de la Felicidad, en Octubre 2009

En esta ultima semana, por unos e-mail que he recibido y por las narraciones de un blog que sigo, he podido interpretar por sus comentarios, que también esas personas les haría falta este medicamento. Esto también ha sido unas de las razones para motivarme a escribir esta entrada.

Al vivenciar sus relatos, sentí que no estaban pasando por situaciones agradables, porque al calzarme sus narraciones, pude comprobar como duele el callo ajeno con mis zapatos. Inevitablemente al interpretar esas dolencias, y por la inflamación que tengo por la picadura de la Avispa Pereza, sabía que me hacia falta algún tipo de cura, por eso me he ido corriendo a mi cajón de los medicamentos para buscar algún medicamento preventivo, y he encontrado este fabuloso ungüento.

Luego de haber leído cuidosamente todos los detalles del medicamento, no me cabe duda que es justo lo que me hacía falta, por eso me lo estoy aplicando siguiendo las instrucciones del prospecto, y les prometo que compartiré los resultados.

Dice que no se precisa receta médica para su adquisición, pero de todas formas, en mi cajón de medicamentos tengo varias cajas, siempre me gusta estar abastecido de este tipo de producto, así que si crees que te podría hacer falta este ungüento, puedo regalarte las cajas que quieras, porque sería interesante que también vayamos comentando nuestros resultados con el uso de este producto para así motivar a las personas que les haga falta.

Ya sabes, si te hace falta... pide por esa boquita...