sábado, 26 de septiembre de 2009

Nueva Tendencia

Recientemente en una conversación comentábamos que cada vez más se escucha la frase "es que no tengo tiempo" como la justificación ideal para decir por qué ya no podemos disfrutar de aquellas cosas que antes eran valiosas en nuestras vidas, como por ejemplo hacer actividades recreativas de ocio en general, disfrutar de grandes momentos con los amigos y amigas que siempre nos llenaban de satisfacción y refuerzo emocional su compañía, o simplemente estar “repanchingado” disfrutando con saber que no hacemos nada.

Puedo entender a las personas, aunque no comparta de pleno sus argumentos, cuando avalan su justificación de no tener tiempo, con testimonios inapelable como detallar que de las 24 horas del día las distribuyen básicamente en las principales actividades típicas de los adultos: el trabajo, la pareja, los hijos, y las responsabilidades de la casa.

Me pareció sobrecogedor el e-mail de respuesta que me envió hace poco un amigo a propósito de los avisos que envío con las nuevas entradas en mi blog, en el que me decía que él no tiene tiempo para leer blog, que él siempre tenía muchas cosas por hacer y no estaba para esas cosas. Es muy curioso que precisamente cuando las tecnologías se posicionan en primera fila para supuestamente facilitarnos y agilizarnos nuestras actividades cotidianas, es cuando más nos justificamos diciendo que no tenemos tiempo.

Pienso que es casi una tendencia social eso de decir «me gustaría, pero es que no me alcanza el tiempo para ….» También pienso que si me inclino por esa tendencia, me conduciría con seguridad hacia la infelicidad, y no me cabe duda de que a la sociedad le importa tres pitos mi felicidad.

Afirmando que no tengo tiempo para hacer todas las cosas que realmente me gustaría hacer, lo único que conseguirá es genérarme una preocupación excesiva, dándole a mi cerebro la orden para que me introduzca en un estado de abatimiento y ansiedad, y mi cerebro prefiere la tranquilidad y el sosiego.

Se que puedo parecer un atrevido afirmando que muchas veces nuestras actuaciones son un reflejo de lo que absorbemos del exterior y no de lo que realmente tenemos en nuestra mente, que vamos como Vicente, por donde dice la gente, por eso caemos en la trampa de imitar ciertas pautas de conducta de las sociedades, que curiosamente no son pautas caídas del cielo para imponerse, sino que también son producidas y manipuladas por la mente humana.

Quizás también puedo incomodar a los que siguen esa tendencia social de ir por la vida siempre sin tiempo, porque la realidad es que yo voy contracorriente en la administración de mi tiempo, por eso tengo el suficiente para hacer las cosas que realmente quiero, cuando las quiero y como las quiero. Aclaro que eso de incomodar lo digo precisamente por eso de que las pautas que te dictan las sociedades es para que las personas las sigan como objetivo global, no individual, y en este sentido yo voy por libre.

Confieso que por actuar como Vicente, me había apuntado en el gimnasio imaginario “La Rapidez” donde hacia musculación mental para fortalecer los pensamientos que me permitieran hacer las cosas lo más rápido posible, y así no justificar que no las hago por falta de tiempo. Hasta que un día descubrí que estaba siguiendo una tabla de ejercicios diseñada exclusivamente para la robustez cerebral que me convertiría en tiempo récord, en una persona controladora, atareada, agresiva, apresurada, analítica, estresada, superficial, impaciente y activa; es decir, que me llevaría a unos resultados basados en la filosofía de la cantidad prima sobre la calidad.

Cuando descubrí esto, inmediatamente me borre de la lista de mi gimnasio imaginario, ahora me he apuntado en otro que se llama “Tengo Tiempo”. Aquí practico mis ejercicios de musculación mental siguiendo una tabla basada en la filosofía de que se puede tener tiempo para todo lo que uno entienda que es satisfactorio. Esta tabla me garantizan que si le doy el tiempo que le corresponde a cada ejercicio satisfactorio en mi vida, me puedo convertir en una persona serena, cuidadosa, receptiva, silenciosa, intuitiva, pausada, paciente, y reflexiva; en este gimnasio la calidad prima sobre la cantidad.

Afortunadamente, como no me considero una fotocopiadora, ni una grabadoras de vídeos, que debe reproducir lo que hacen los demás, por eso tomé la decisión hace tiempo de cambiarme de gimnasio imaginario, en este que estoy ahora, con esa estupenda tabla de ejercicios, estoy logrando controlar mi ritmo de vida y también he aprendido a decidir qué celeridad me conviene en determinados contextos.

Por llevar ahora el control del tiempo como me sale de los… (sí, eso, de por ahí mismo) ahora considero que eso de tener organizada mi agenda de vida tal y como me la exija la sociedad, no me da ninguna garantía de que todas las cosas me van a salir perfectas, o creerme que siguiendo el ritmo de los tiempos que te establece la sociedad, voy a tener felicidad perpetua.

El hecho de no tener garantías fue lo que me avivo la llama que me ha dado la energía suficiente para romper las cadenas que me ataban como esclavo servil del tiempo. Ahora vivo la vida como una pizarra en blanco infinita, en la que voy anotando a posteriori, esas pequeñas cosas gratificantes que suceden en mi vida cotidiana. Dejo aparcado el estilo de ir planificando anticipadamente y minuciosamente todos mis pasos, cronometrarlos rigurosamente para determinar cuándo y cómo debo tener los resultados.

Animo a los que se sientan identificados con esta tendencia social de no tener tiempo para hacer las cosas que realmente les interesa, que tomen ahora mismo mucho aire, empuñen y levante su mano derecha, y griten vigorosamente: Libertad, libertad!!!

8 comentarios:

  1. Libertad que hoy se yergue serena
    La victoria en su carro triunfal
    y el clarín de la guerra aun resuena
    Pregonando su gloria inmortal!

    Libertad que los ecos se agiten
    mientras llenos de noble ansiedad
    nuestros campos de gloria hoy repiten
    Libertad, Libertad, Libertad!!!

    Estimado hermano, ese final me recordó a dos de las mas hermosas coplas, que la voluntad creadora habrá parido jamás. Las dos ultimas estrofas del himno nacional dominicano, bellisimas...gracias!!!

    Y respecto a lo del tiempo, encuentro que esa es una de las mayores salidas para justificar nuestra pereza. Cada vez somos mas esclavos hermano y tenemos menos voluntad para hacer lo que a nosotros nos importa. Es como el modelo de la enseñanza religiosa, te impulsa a creer en un sacrificio ajeno y a buscar fuerzas en dios, cuando en realidad esas fuerzas deben salir de ti mismo. Es la misma situación, hacer mas por otro que por nosotros mismos.

    Lamentablemente ese modelo de esclavitud es mas difícil de romper ya que no utiliza un “fuete” para obligarnos a nada... es demasiado sutil e inteligente para ello. Nos usa a nosotros mismos, a nuestro paradigmas atesorados por milenios y así subyugar nuestra libertad ....

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  2. Hey Pocheta!!! Gracias por ser parte de este puzzle, porque tus comentarios son esas piezas claves que complementan mis relatos.

    Me alimentas el interés para que encuentre siempre el espacio de tiempo necesario para seguir escribiendo.

    Ha sido buenísima la analogía que has hecho con la enseñanza religiosa. Uy uy uy, estupendo eso que dices: “hacer más por otros que por nosotros mismos”.

    Madre mía!! Me has dado ideas para cavilar sobres los que barren para fuera para vivir siempre de cara a la galería, pero con la basurita escondida…..Güaayyy mamá!! No digo ni naaaaa. Jajaja.

    Un abrazo hermano.

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  3. BIEN POR TI, YO OPINO LO MISMO, LA VIDA ES MUY CORTA Y A MENUDO NOS ASALTA CON EXPERIENCIAS QUE NOS ABREN LOS OJOS, PERO QUE REGULARMENTE CUANDO LOS ABRIMOS YA ES MUY TARDE PARA QUERER DISFRUTIR Y COMPARTIR CON CALIDAD.

    CADA DIA ES UNICO E IRREPETIBLE Y LO QUE HAGAMOS EN ESTE PIETAJE A TRAVES DE LOS AÑOS, CUANDO EDITEMOS NUESTRAS VIDAS, ES LO QUE DIRA SI LA PELICULA ES UN CLAVO O UNA PELICULASA!!! (COMO DIRIAMOS NOSOTROS LOS DOMINICANOS).

    !!!SUERTE!!!

    MF

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  4. la vida es demasiado corta para perderse en memeces; es una gozada sentir la vida a tu alrededor y que te entre por las venas.
    un besazo

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  5. Tienes toda la razón, desgraciadamente esa "tendencia" ha guiado a la sociedad durante estos últimos años y creo que es un "efecto colateral" de lo que llaman evolución, evolución social, tecnológica, económica o cualquiera de los apellidos que queramos darle, pero que no es más, en mi opinión, del intento de la sociedad de consumo de hacernos creer que necesitamos infinidad de productos que, realmente y como bien dices, no nos llevan a la felicidad lo cual es algo que a la sociedad le importa más bien poco; es más, creamos unas necesidades y un nivel de exigencia que no hace más que complicarnos la vida, haciéndonos más infelices: tenemos que acudir al gimnasio porque hay que tener un cuerpo determinado, pero no sólo eso, sino que también necesitamos cremas, peluquería, complementos y un largo etc. tenemos que estudiar una carrera y encontrar un trabajo, pero hay que hacerlo rápido, porque nos tiene que quedar tiempo para comprar una casa, casarnos (celebrándolo por todo lo alto) y tener hijos (al menos la parejita) y comprarles libros, material y tendrán que ir a la universidad y comprarse una casa también; y así un sinfín de necesidades que supuestamente nos harán más felicices pero, también como tú bien dices, nadie nos garantiza que todo esto nos salga bien, lo que nos crea ansiedad, nos harán sentir inferiores que todos aquellos que ya lo han conseguido, lo que se traducirá en una profunda infelicidad y agresividad en algunos casos.

    Pero también quiero poner una nota de esperanza, y es que las crisis también tienen algo bueno y de forma cíclica son en cierto modo necesarias: simplemente hay mucha gente que, con suerte, tiene la capacidad económica justa para cubrir unas necesidades básicas y es aquí donde nos empezamos a preguntar, ¿Qué es basico? la forma de vida que tenía se desmorona y no me hace feliz, ¿qué me hace feliz?

    Y es aquí donde tengo la esperanza de que ésta crisis haga que la sociedad se pregunte qué es lo que realmente quiere, qué es necesario y qué una fantasía creada por una sociedad consumista con poca ética y moral y qué nos hace felices y conseguir así un mundo donde tengamos tiempo para nosotros y para los demás, donde estemos satisfechos y, por tanto, seamos personas más abiertas y agradables, con menos estrés y donde la industria, si bien necesaria, esté centrada más en hacer la vida más fácil a las personas, en vez de en el consumo.

    Ojo, que esto no quiere decir que tengamos que negarnos rotundamente a todo lo que nos es impuesto, sino que tenemos que empezar a barajar nuestras opciones sin influencias y empezar a tomar decisiones acordes a cómo somos cada uno.

    Un saludo y suerte,

    Javier

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  6. Yo he sido siempre una víctima de la falta de tiempo. Lo gracioso que ahora en teoría tengo mas tiempo que nunca y aun así empleo casi todo en cosas que no es que me agraden mucho precisamente (buscar curro, por ejemplo)así que sigo teniendo esa sensación de no tener tiempo.
    Aunque he cambiado la coletilla de "no tengo tiempo para hacer lo que me gusta" por otra que es "no tengo dinero para hacer lo que me gusta" ya que vivimos en la época del consumismo, en la que sin dinero no haces absolutamente nada.
    Por lo que leer este blog y sus comentarios es una de las cosas que hago para no caer en la rutina de darle vueltas a lo mal que está todo (últimamente no se habla de otra cosa); doy paseos por el parque (algo que de momento sigue siendo gratis aunque dentro de poco si no nos dejan fumar tendremos que dejar de ir...) y vivir el presente tal como viene disfrutando de momentos que de otra manera no podría vivir, pero aun así sigo sin sentirme a gusto...
    La verdad es que estoy en momento de mi vida que estoy deseando decir "NO TENGO TIEMPO"

    Besos

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  7. Sobre lo que has contado me ha servido de sombrero porque esa palabra la uso mucho y ahora que mi tiempo tiene más tiempo, pues he sacado muchas cosas que me robaban mucho tiempo, aun así, sigo justificando que no tengo tiempo, pero en realidad es voluntad, porque el tiempo está y nos olvidamos que todos tenemos un tiempo que no se repite y que al final se acaba y no hay marcha atrás. Si nos enfermamos o envejecemos nos daremos cuenta que si había tiempo.
    Tu hermana,

    Mayra

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  8. Hola Tito:

    Me gustó mucho esta entrada porque refleja a la perfección la sensación que tengo todos los domingos al finalizar el dia, cuando hago un recuento de las cosas que deje de hacer "por falta de tiempo". Muchas veces entre esas cosas se encuentran actividades super importantes como montar bicicleta con mis hijos o llevarlos a un parque.

    No se si a esto se el puede llamar justificacion y si realmente no tuve tiempo para hacerlo, pero muchas veces compara mi estilo de vida en Estados Unidos con el que tenia mi mama mientras ya era un niña viviendo en Santo Domingo porque ella nunca estuvo empleada y, por tanto, era dueña de su tiempo, aparte de eso tenia no una sino 3 trabajadoras, porque, sin ser ricos, allá podia darse el lujo de tener una "muchachita" para hacer mandados y cosas sencillas, otra señora para lavar y plancha, y una muchacha extra para la limpieza regular.

    Bueno, y ni hablar de los vecinos que eran mas bien parte de la familia.

    Una vez sali de Santo Domingo me di cuenta que todos esos eran lujos -casi gratuitos- que en nuestra pequeña isla nos podemos dar por el mismo nivel de pobreza que tienen muchos que los llevan a hacer un trabajo pesado, como lavar y planchar, por poco dinero a que alguien te "de" a su hija para que te ayude solo a cambio de que la mandes a la escuela.

    Aqui, y me imagino que en Europa es igual, tienes que trabajar un full time, regresar a la casa a hacer tareas, cocinar, fregar, limpiar, atender los ninos..... y bueno, para que te cuento...

    De todas formas, sigo de acuerdo contigo en que podemos hacer algunos sacrificios y darle mas tiempo a actividades relajantes, como disfrutar con nuestros hijos, en vez de dar prioridad aquellas actividades que no esclavizan y que la unica recompensa es ver que la casa esta limpia y lista para que el polvo del aire acondicionado central la ensucie de nuevo!!!!

    Me comprometo públicamente a dar un giro y empezar este fin de semana a dedicarle un tiempo extra a mis niños.


    Con carino, Eli.

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