sábado, 6 de febrero de 2010

Ven y Critícame...

Recuerdo que en mi único viaje de vuelta a mi adorada Rep. Dominicana después de tener 6 años fuera del país, en un encuentro con uno de mis amigos, David Victoria, me sorprendió con una de esas preguntas que no te esperas y que no tienes tiempo para armar una respuesta y responder sin titubear. David me preguntó: «“oye, dime algo, por qué te gusta vivir en España”».

En ese momento me “desubiqué” totalmente con la pregunta y mucho más con la respuesta, porque no sabía que argumento contundente podía darle para justificar por qué vivo fuera de mi país renunciando a tantas cosas que es fácil de imaginar cuales son. No recuerdo exactamente la respuesta que le he dado, pero si, que salí del paso.

Por el eco que me ha dejado la pregunta de David, me la he vuelto a formular en otras ocasiones, pero en esas ocasiones si he encontrando auto-respuestas. Y es que gracias al hecho de vivir fuera del país donde nací, he descubierto que mi forma de ser no está determinada exclusivamente por una condición genética.

Ahora si le puedo responder a David el por qué me gusta vivir (en este caso) en España, porque aquí vivo tal como dice la expresión que hizo famosa el filosofo Ortega y Gastett «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». (Meditaciones del Quijote, 1914).

Gracias a esta circunstancia fortuita de vivir fuera de la sociedad donde nací y me forjé, me he tenido que formular preguntas como: «¿Por qué soy así? ¿Por qué hago esto? ¿Por qué ahora pienso tan diferente a mis hermanas, otros familiares y amigos? ¿Por qué mi forma de ser se parece tanto a las de otros latinoamericanos? ¿Por qué muchas de mis actuaciones me recuerdan a mi padre?. Etcétera, etcétera.

Algunas respuestas a estas preguntas, sobre todo las que tienen que ver con mi carácter individual, las encuentro con la justificación de la genética. Que soy así porque genéticamente lo heredé de mis progenitores, que si bien es cierto que esto es vedad, también no es menos cierto que el entorno cultural donde viva, influye en mi carácter.

De todo esto saco mi conclusión, que en mi carácter no influye exclusivamente la parte genética, que también influye enormemente el entorno. Este ha afectado la biología mi cerebro, ocasionando que en el mismo se establezcan las ordenes para que hoy yo me conduzca y piense de unas determinadas formas.

Por eso, tengo clarísimo que las condiciones externas, ambientales y sociales influye en nuestro organismo y en nuestro comportamiento. Me remito a hechos como ¿Por qué no podemos dormir si estamos nerviosos? ¿Por qué bajan nuestras defensas si estamos deprimidos? ¿Por qué sudamos o temblamos si hay algo que nos asusta? ¿Por qué nos duele la cabeza cuando tenemos una discusión acalorada? ¿Por qué una película o alguna historia que nos cuenten nos hace llorar?

Esto tiene una respuesta, que nuestro cerebro cuando actúa puede cambiar para bien o para mal, el comportamiento biológico de nuestro organismo o viceversa, que nuestros comportamientos pueden cambiar las respuestas biológicas de nuestro cuerpo.

Quién no ha escuchado la típica frase “cuando las mujeres tienen la menstruación se ponen como el diablo”, o “me he reído tanto en esa fiesta, que se me salieron los meaos”.

Me queda claro que no sólo nuestro cerebro influye en nuestros comportamientos, que también influye el entorno, el lugar donde vivimos o dónde nos desarrollamos personalmente y profesionalmente.

De ahí que la imagen que tengo ahora de mi propia persona, es que las posturas que adopto frente a determinadas situaciones se deben en gran parte a mi genética heredad y a la cultura en la que crecí, pero también al entorno en el que estoy viviendo, porque como he dicho, el entorno en el que me encuentro afecta mi organismo y hace que mi cerebro tome determinadas respuestas que igual no hubiesen sido las mismas si hubiese estado viviendo en República Dominicana.

Después de 4 años, si David me hace la misma pregunta, le respondería súbitamente y sin vacilar, que me gusta vivir en España porque gracias a que estoy en un nuevo entorno, mi sistema biológico ha alterado mi mente para que en muchos aspectos tenga criterios y respuestas diferentes a las que antes tenía, y lo más importante, que he aprendido a ver la vida, y sobre todo vivirla, con otros puntos de vista.


Quiero dejarles una canción de Calle 13, que me gusta mucho porque retrata como parodia eso que digo que la genética no es exclusivamente lo que nos hace ser de determinadas formas, y que responde a eso que no solamente soy así porque si!! Así que ahora, antes de criticarme, intenta informarte porque soy así.

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